Otra obra herencia de la cultura griega, ubicada en la
isla de Rodas en el Mar Egeo a unos 18 kilómetros de la costa, que en
la actualidad todavía pertenece a Grecia y forma parte del archipiélago del
Dodecaneso. La estatua se construyó como un tributo a Helios (dios sol), como
agradecimiento después del triunfo obtenido contra el rey macedonio Demetrio
Poliorcetes, quien fue conocido por su experiencia en la estrategia militar,
especialmente en l atécnica de asaltos a ciudades y fortalezas. Los rodios le
vencieron haciéndole huir, junto con su ejército abandonando enormes cantidades
de armas y escudos de bronce. Siendo el tercer asedio en un período de 30 años,
las autoridades rodias hicieron fundir todo el bronce abandonado por sus
merodeadores y encargaron al escultor
Cares, discípulo de Lisipo (quien esculpió varias obras de Alejandro Magno), la
construcción de una gigantesca estatua que reflejara la inmensa gloria de la
ciudad.
Su
Construcción:
El Coloso de Rodas, era según los estudios una estatua
de bronce de 32 metros, cuya construcción comenzó en el año 292 a. de C. y
tardó aproximadamente unos 12 años en ser terminada. Se construyó a manera de
pórtico con base de láminas de bronce sobre un armazón de hierro que se levantaba
sobre una plataforma de mármol a un lado del puerto de la isla, y que era
visible desde grandes distancias. Según describió el escritor se utilizaron
para su construcción 500 talentos de bronce y 300 de hierro (equivalentes a
12.9 7.7 toneladas respectivamente).
El diseño era de una figura del dios Helio, dios del
día, de la luz y de la armonía, con una portentosa antorcha en su mano, (Helios
no era un dios griego sino asiático, que llegó al poder en las grandes ciudades
del oriente, en las ciudades helenísticas como Pérgamo y Rodas y al igual que
Jesucristo nació un 25 de diciembre).
Aunque se cree que las embarcaciones se desplazaban
por debajo de sus piernas al entrar y salir del puerto, otros estudios dicen
que esto no era posible pues tendría que haber medido unos 400 metros y n el
metal, ni la piedra de una estatua a estribo podría haber soportado la carga
masiva, ni la fuerza de los vientos invernales, por lo que se cree que la
primera versión no es más que una leyenda nacida en el siglo XVI y que
posiblemente el Coloso de Rodas al igual que otras estatuas de este tipo, se
erigían junto a un templo, sin embargo en la Ciudad de Rodas, el templo de
Helios estaba en el interior de la misma, y no se ha encontrado ni un rastro
del Coloso en el, así que quedan abiertas muchas posibilidades. El propio
creador de la obra no la pudo ver concluida, pues se suicidó después de
enloquecer pensando que había hecho un trabajo deficiente y que se derrumbaría
de inmediato, fue su discípulo Lacho quien la concluyó.
Puerto Mandraki en Rodas, donde se supone se ubicaba el Coloso |
Su
destrucción:
Fue tan solo 60 años después de su construcción que el
Coloso de Rodas sucumbió ante las intempestivas fuerzas de la naturaleza y fue
derribado por un terremoto, dejándolo en escombros en las puertas de la ciudad,
sumergido en las cristalinas aguas del mar, lo que le convierte en la obra de
más corta vida de Las 7 Maravillas del Mundo. Posteriormente el monarca egipcio
Ptolomeo, ofreció ayuda económica para volver a instalarlo en su sitio, pero
luego de una previa consulta al oráculo, el ofrecimiento fue rechazado.
Ya en el año 654 d. de C. con la zona bajo el control
de los musulmanes, los restos del Coloso fueron vendidos a un mercader sirio
que hizo cortar en trozos todas las placas de bronce juntando 300 toneladas,
que fueron llevadas hacia oriente en una interminable caravana de novecientos
camellos y jamás volvió a saberse nada de él.
Es difícil saber cuántas obras de bronce hemos
apreciado en museo del todo el mundo, que probablemente fueron construidas con
el bronce fundido que un día dio vida al Gran Coloso de Rodas, que hoy solo
forma parte de nuestra insaciable imaginación.